El santuario más famoso de todo el Mediterráneo occidental estuvo en Cádiz, en el actual islote de Sancti Petri.
Mapa de Cádiz ( DP imagen de HansenBCN)
Estaba consagrado al Hércules Gaditano, y el mismísimo dios, decían algunos, yacía en su cripta.
Pero ¿Hercules no era un dios griego?
El Gaditano era originariamente un dios fenicio, llamado Melkart.
Los primeros colonos trajeron su culto desde su tierra unos mil doscientos años antes de Cristo. Con el tiempo y a consecuencia de su contacto con el dios griego Herakles, Melkart iba cambiando de carácter y atributos. Llegada la época romana, ya no se hablaba de Melkart como divinidad de Cádiz (Gades) sino de Hércules. Y le representaban como tal.
¿Quiénes eran los peregrinos y qué hacían allí ?
Desde su inicio el santuario tenía unos devotos comerciantes y marineros, quienes iban con ofrendas destinadas al dios por haber llevado algún negocio con éxito, o antes de un viaje, o después de él, en agradecimiento por haber llegado sanos y salvos. Los miles de peregrinos provenían de todas las clases sociales.
Había un oráculo residente. A las preguntas de los peregrinos daba una contestación profética e interpretaba sus sueños. Algunos de los personajes más famosos de la Antigüedad le consultaron.
The Oracle of Delphi by John Collier
Aníbal no dudó en consultar el oráculo antes de emprender su viaje a través de los Alpes para conquistar Roma.
Julio César pidió al oráculo que le interpretara un sueño que le preocupaba. (Agredió a su madre. “Estáte tranquilo,” dijo el oráculo. “Esa no fue tu madre sino la tierra. El sueño significa que vas a conquistar al mundo.”)
Allí pararon Políbio, Dión Casio, y muchos de los emperadores romanos, como Trajano. El emperador Caracalla hizo asesinar a Aemiliano por preguntar al oráculo de Cadiz quién sería su sucesor.
Un centro financiero
Además de su carácter religioso el santuario tenía una función comercial. Escribe Francisco Javier Jiménez Martínez: “Como institución ciudadana, y respecto a las actividades comerciales de Cádiz, ejercía, en cierto modo, un control y fiscalización de las actividades mercantiles y el comercio marítimo… El templo sería algo muy similar a una Cámara de Comercio actual…
“Bajo el amparo del templo y la deidad, los mercaderes y comerciantes pactarían sus empresas y negocios, y en caso de discrepancias entre ellos, es muy posible que el propio templo ejerciera una función de arbitraje en la resolución del conflicto. Dicho de otro modo,… era un espacio ideal para que las transacciones comerciales se realizaran con total seguridad, lo que en su esencia, explicaría el precoz surgimiento dentro de los contextos fundacionales.” (de”Gadir y el templo de Melkart. Su papel económico y religioso en el ámbito cultural”)
¿Cómo era?
En su origen, era probablemente una réplica del templo dedicado a Melkart en Tiro, la ciudad fenicia al otro extremo del mar Mediterráneo, de la que era su dios tutelar.
Cádiz (Gades) y Tiro en los dos extremos del mar Mediterráneo (mapa gratuito de Owl and Mouse)
Puede que tuviera un parecido con el templo de Salomón, construido en el mismo período por un arquitecto fenicio.

Patio interior del Temple de Salomón CC BY-SA 3.0 Original uploader: Epictatus -Talk Gabriel Fink. theholyhouse.org -I Gabriel Fink created this work entirely by myself.
Pero con los siglos cambiaba y las descripciones de los historiadores antiguos recuerdan más bien un templo griego.
Por fuera, su edificio principal tenía un frontón triangular. Se subía unos cuantos escalones empinados, se pasaba por unas columnas centrales, y se entraba en el santuario por dos enormes puertas de bronce con figuras que representaban los doce trabajos de Hércules.

«Twelve Labours Altemps Inv8642» de Marie-Lan Nguyen – Marie-Lan Nguyen (septiembre de 2009). Disponible bajo la licencia Public domain vía Wikimedia Commons –
«Twelve Labours Altemps Inv8642» de Marie-Lan Nguyen – Marie-Lan Nguyen (septiembre de 2009). Public domain vía Wikimedia Commons
Las columnas
Los escritores antiguos no coinciden en sus descripciones de las columnas. Para Posidonio, por ejemplo, eran de bronce y medían ocho codos de altura, mientras que para Filóstrato, eran de una aleación de oro y plata y su altura era de sólo un codo. Tenían una inscripción antiquísima, ya ilegible en tiempos de los romanos.
Una gran torre se alzaba al lado de su altar principal. Es fácil imaginar una de nuestras iglesias pero el templo estaba cubierto sólo en parte: el altar estaba abierto al cielo. Un fuego perpetuo, recordando la presencia del dios, ardía en un tripodio. Todos los días unos sacerdotes, con la cabeza rapada, descalzos y con túnica blanca, rociaban el altar con la sangre de una paloma u otra víctima que sacrificaban.
Había más altares. Uno de ellos estaba consagrado a Héracles en las versión griega y allí se hallaba un famoso exvoto de Pigmalión, el cinturón de Teucro, y un olivo cuyos aceitunas eran esmeraldas. Los otros altares estaban dedicados a la Vejez, a la Pobreza, a la Muerte, al Arte, al Año, y al Mes. En ellos se depositaban los exvotos de los fieles, figuras de cera, armas, y otros recuerdos.
Estatuillas votivas del templo de Hércules Gaditano Dominio público de
Gran tesoro
Como recibía donativos, herencias, y ofrendas varias de todas partes y durante siglos su tesoro guardado era enorme. Los cartagineses mandaron tributos allí durante siglos y algunos de sus comerciantes ricos depositaron su fortuna allí antes de la destrucción de su ciudad por los romanos.
Así, su tesorería debía tener un aspecto impresionante, como el silo del Tío Scrooge, con dunas de oro que llegaban hasta el techo.
El Tío Scrooge de Walt Disney Productions (a free-use Wikipedia foto)
Y ¿qué hacían con todo ese dinero?
Lo prestaban. El santuario financiaba empresas de todo tipo. Algunos estudiosos piensan que financiaba, a través del gaditano Galbo, a Julio César en su conquista del poder, por ejemplo.
Tentación
Para cualquier general o rey o consul con un ejército, el oro del templo era un botín muy tentador.
El primero en expoliarlo fue Magón, un familiar de Hannibal, en 206 a. de C., y lo hizo más de una vez.
Bogud, rey de Mauritania, intentó apropiarse de él en 38 a. de C. pero no lo logró.
El consul romano Varron, sin ningún reparo, se llevó el famoso tesoro pero Julio César le obligó a devolverlo.
¿Y después de la desaparición de los romanos y su dios Hércules?
Durante casi mil quinientos años el santuario servía a los hombres de todo el Mediterráneo occidental y estuvo funcionando hasta al menos el año 400, cuando lo visitó el poeta Avieno.
Hay una leyenda que dice que el apóstol Santiago viajó a la isla de Sancti-Petri con el fin de erradicar el culto pagano en el templo. Lo consagró al cristianismo en honor a San Pedro, y el nombre actual de la isla viene de ahí.
Una vez destruido, el santuario se convirtió en una gran cantera de sillares que se llevaban de la isla; y poco a poco, las ruinas quedaron en nada. Los cristianos levantaron allí un faro y, en el siglo XIII, un castillo (el castillo de Sancti Petri).
Castillo de Sancti PetriCC BY-SA 3.0 “Pablo Jones. Peejayem” – Fotografía tomada por el usuario Peejayem.
En el Museo de Cádiz, se hallan expuestas algunas estatuas encontradas en el templo, pero queda poco más de su antigua gloria.
Fuentes: la Historia de la Hispania Romana by A. Tovar and J.M. Blazquez, Alianza Editorial, 1975 ; y el excelente artículo “Gadir y el templo de Melkart. Su papel económico y religioso en el ámbito cultural”, de Francisco Javier Jiménez Martínez publicado REHA: Red Española de Historia y Arqueología
..
.